La que en un futuro será la reina de Noruega es una mujer moderna e independiente. La prometida de Haakon de Noruega, que pasó del anonimato a las primeras páginas de los periódicos de su país, hace gala de un gusto sobrio y sencillo para elegir su vestuario.
Mette-Marit es para sus compatriotas una mujer de su tiempo, que ha conseguido que el cuento de la Cenicienta se hiciera realidad.
La futura esposa de Haakon de Noruega es elegante y clásica cuando la ocasión lo requiere, -en un acto oficial propio de sus nuevas funciones y como prometida del príncipe-, y desenfadada cuando en su tiempo libre se la puede ver paseando por las calles de Oslo en vaqueros y zapatillas de deporte.
Es muy amiga de llevar pantalones tejanos o largos abrigos con zapatillas de deporte, y de la ropa sport, que le sienta a las mil maravillas.
Para los actos oficiales Mette-Marit muestra una imagen clásica y elegante, como la que mostró con la visita oficial de Isabel II de Inglaterra a Noruega, en la que lució un precioso vestido rosa que resaltaba su belleza nórdica.